jueves, 10 de noviembre de 2016

Estrés


        Después de escuchar al Dr. Mario Alonso Puig, he sentido la necesidad de ahondar en un tema tan actual como es la tan conocida palabrita Estrés.
        Estamos ante un proceso con dos mecanismos diferenciados, uno el de supervivencia y el otro el de adaptación. El de supervivencia es un mecanismo de alarma, se pone en marcha de forma esporádica y es positivo ya que nos sirve para defendernos de una posible amenaza o daño ( ejemplo cuando alguien se queda quieto para que no le atropellen). Este mecanismo nos permite por tanto ATACAR, BLOQUEARNOS Y/O HUIR. ¿Pero que ocurre cuando estos mecanismos se mantienen activados permanentemente?. El corazón trabaja cinco veces mas de lo habitual, y si esto se mantiene y pierde el carácter de esporádico puede dar lugar a arritmias, infartos, y otros problemas de corazón, así como problemas digestivos, dando lugar a colon irritable y otros patologías del aparato digestivo. Afecta también al sueño dando lugar a Insomnio, a la fertilidad en la pareja, genera malestar y dolores psicosomáticos y una serie de patologías físicas como consecuencia de esta sobreactivación. Tener activado permanentemente nuestro mecanismo de supervivencia no solo afecta y genera estos problemas físicos sino que además afecta a nuestra genética.
        Afortunadamente también tenemos los mecanismos de adaptación, que ante las dificultades se comportan de una manera completamente distinta. Estos mecanismos nos han permitido evolucionar permanentemente a lo largo de los siglos. Cuando usamos los mecanismos de adaptación, estamos usando la zona prefrontal de nuestro cerebro. Esto nos permite prestar atención, ver las cosas con perspectiva, tomar decisiones pausadas y sobre todo, aprender patrones nuevos que nos permite adaptarnos a situaciones nuevas. Con ello activamos la creatividad, la memoria, la atención...
¿Porque el ser humano actual tiene activado el mecanismo de supervivencia permanentemente cuando en realidad no solo no le sirve para adaptarse sino que le ocasiona daño?. Ocurre porque generamos constantemente representaciones mentales de amenazas y respondemos a ella como si fuesen reales o físicas. Entendemos por tanto que nuestro cerebro se equivoca. ¿Pero porque? ¿cuál es la causa?. Los elementos o las claves que lo propician es múltiple: 


- el manejo de la atención: ¿en qué me fijo?,¿dónde me estoy enfocando?. La atención es selectiva, vemos donde miramos, la realidad es muy amplia pero si solo miramos en una dirección solo veremos lo que hay ahí y no veremos lo demás. Cuidado con la toxicidad ambiental. Ojo con las personas que están en nuestro entorno y que se muestran permanentemente negativas. Lo mejor en estos casos es marcar distancia, ya que tarde o temprano nos afectará su visión del mundo por vía inconsciente, afectará a como percibo el mundo y sus relaciones. Tenemos que ser los dueños de nuestra atención y evitar las situaciones, lugares y entornos donde se activen nuestros mecanismos de supervivencia.
      - Las expectativas que tenemos de nosotros mismos y de los demás tienen la capacidad de activar por si solas los mecanismos de supervivencia. Debemos ser capaces de gestionar correctamente el error. ¿como nos tratamos nosotros y a los demás ante el error?. Si nos machacamos y nos preocupamos demasiado estaremos activando mecanismos de supervivencia. No debemos exigirnos la perfección, no pasa nada por equivocarse, si conseguimos aprender de ello nos hará mejores.
      - Finalmente, la forma en que nos hablamos a nosotros mismos. Nuestros pensamientos o voz interior tiene tres formas:
1.- la voz de la desesperanza: "no hay salida", "la he cagado"

2.- la voz de la sumisión: " si hay salida yo no la puedo encontrar".
3.- la voz punitiva: "si hay salida y puedo encontrarla yo no merezco encontrarla".
Esto activa todo nuestro lenguaje negativo: "no puedo", "soy incapaz", "no me lo merezco"... ese pensamiento se convierte en un sentimiento negativo. Todo esto hace que mi cerebro interprete que debe atacar, huir o bloquearse, y esto no nos sirve nunca para adaptarnos.
Por eso es necesario que hagamos un buen control sobre nuestras emociones, y recordad los "es que" son excusas y los "hay que" son acciones. Si quieres que tu vida cambie debes decidirte por actuar, recuerda que las cosas no cambian si no actúas.

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