jueves, 10 de marzo de 2016

El Autocontrol



     Nos ha tocado vivir una época en la que los cambios se producen de un momento para otro y lo que en un momento fue blanco ahora se torna negro. Los cambios traen consigo muchas veces inestabilidad, ruptura, novedades… y hemos de estar preparados para ello, pues en eso consiste nuestra adaptación. 
     A muchas personas se les hace muy difícil dejar atrás “su manera de hacer las cosas” porque siempre hasta ese momento le han dado buenos resultados. Nos ponemos limitaciones y obstáculos desde el momento en que decidimos que tenemos que estar “seguros” para hacer determinada tarea o empezar un nuevo camino. Lo hacemos también cuando “queremos evitar equivocarnos”, toda nueva actividad conduce muchas veces a errores de los cuales el ser humano aprende y mejora. Y nos limitamos también cuando queremos tenerlo todo “controlado”, y es quizás esta limitación la que peor llevamos pues partimos de un concepto erróneo desde el principio: “el control no se puede iniciar si no se ha iniciado la actividad , pues ¿Cómo queremos tener el control de algo que no se ha iniciado?.
     Todos utilizamos  o intentamos tener mecanismos de control sobre las cosas que nos rodean en mayor o menor medida. Valga como ejemplo , y es algo que yo sufrí en mis propias carnes lo que le ocurre a los mal llamados “triunfadores” , que bien podría ser tu jefe o alguien muy cercano a ti . Suelen tener muchos mecanismos de control, esto les lleva a mostrarse obstinados y exageradamente independientes.  Esto se traduce luego en un estilo de gestión autocrático,  ineficaz a la hora de delegar y altos niveles de estrés tanto para él como para sus compañeros y subordinados.  Ya podéis imaginar como puede ser el ambiente de trabajo o familiar dependiendo de donde se mueva  este “triunfador”.
     Es por tanto importante preguntarnos si realmente es bueno tenerlo “todo” controlado.  Hay que distinguir claramente el control o autocontrol de lo que es la formación, organización y la autoconfianza.  Tanto en el mundo laboral como familiar tener una conducta estable  es necesaria y el control de las emociones ayuda a ello, pero ojo no podemos caer en la falacia de querer tenerlo todo controlado ya que nos impide avanzar, limita nuestras acciones y reprime muchas veces nuestros sentimientos, creatividad y capacidad para innovar.
    Asì que no olvidéis nunca que no se puede tener todo controlado , no se puede estar del todo seguro y que hay que ser capaz de aceptar los errores y aprender de ellos.  Si eres capaz de tener en cuenta estos limites personales que todos en cierta medida nos ponemos , tus triunfos futuros te darán la oportunidad de seguir generando nuevos éxitos.


miércoles, 2 de marzo de 2016

"A pesar de todo yo creo en mi"



     Los seres humanos tienen la necesidad de creer en sí mismos para poder conseguir los objetivos y metas que se propone. Creer en uno mismo no  significa distorsionar la imagen que tengamos ante un espejo, sino superarla, se trata de apreciarse y quererse a pesar de las circunstancias.