"si yo pudiera algún día remontarme a las estrellas,
conmigo te llevaría a donde nadie nos viera"
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Hoy quisiera dedicarle unas palabras a alguien a quien yo quiero mucho y a quién la vida le ha robado lo más preciado que tenía. Ella es mi hermana. Hace ahora dos semanas que perdió en accidente de trafico a su marido, a su niño, a su amigo, a la persona con la que deseaba vivir y compartir toda su vida.
El era un chico trabajador, con una sonrisa colgada a su cara, con una calma enorme y una tranquilidad que te hacía sentirte bien siempre que estabas a su lado. Siempre feliz, enamorado de la vida, con costumbres sencillas y con muchos sueños que ahora parecen esfumarse. El no quería que mi hermana estuviese triste nunca, ni preocupada. El era de esas personas buenas que a todo el mundo le gusta tener por amigo, de esas personas con las que siempre compartes buenos ratos. Por eso se nos hace tan difícil no tenerle ahora a nuestro lado. Cuando pienso en él, me viene a la cabeza momentos entrañables que siempre estarán en mi memoria como inolvidables. Nunca podremos olvidarlo porque lo tenemos tan dentro de nosotros que algo de él siempre estará presente en nuestras vidas. Para mi fue un hijo, un hermano pequeño, un soñador que pronto se fue junto a las estrellas a iluminar nuestras vidas desde lo alto.
Ahora que han pasado unos días y que el dolor , aunque aún muy profundo e intenso, sigue presente, quiero que todos le recordemos como lo que fue, una persona buena, cariñosa, capaz de dar sin pedir nada a cambio, un ángel en la tierra que ha vuelto al paraíso. Un amigo suyo, al que yo conozco poco pero que le quería mucho y ahora esta siendo un gran apoyo para mi hermana, me dijo unas palabras que no quiero dejar de mencionar porque en esos momentos me sirvió de gran consuelo : "Dios se lleva a librar sus peores batallas a sus mejores guerreros", y aunque Rayco no fue nunca un guerrero seguro que donde esté estará luchando con todo su amor para que mi hermana, que ahora sufre su ausencia con un dolor roto y vacío, encuentre la tranquilidad y la serenidad necesaria para seguir adelante, como lo que siempre ha sido, una niña con mucho coraje que sabrá reencontrarse con la vida.
La vida nos depara muchos altos y bajos, alegrías y tristezas, esperanza y frustración, la vida es un caballo desbocado que cabalga en busca de un horizonte desconocido para todos. Nos aferramos a ella pensando y viviendo como si todo fuera a durar siempre, pero debemos entender que todo es limitado y el tiempo para vivirla es corto. Yo estoy seguro que mi cuñado hubiese querido hacerse viejo con mi hermana a su lado, pero un suspiro se lo llevo una noche fatídica. Ami hermana le toca ahora centrarse en su pena e irla sustituyendo por pequeñas cosas que le vayan devolviendo lo que ella es, una muchacha alegre y soñadora y que con el tiempo recuperará la alegría.
No somos lo que sentimos, no somos tristeza, melancolía, dolor, somos algo más, por tanto las personas debemos recuperar nuestra vida, nuestra alma cuando todo parece romperse, porque se lo debemos a quienes nos quieren, porque se lo debemos a quienes ya no están, porque eso es lo que nos hace ser quienes somos y por todo eso debemos luchar para ganar las batallas que parecen perdidas y donde hay oscuridad habrá luz. El amor es el único camino que nunca encuentra obstáculos y la vida la razón más importante para mirar atrás con alegría recordando lo mejor de quienes queremos. Así quiero recordar yo a Rayco, como lo que fue un chico muy alegre y lleno de vida.
