"Cuando necesites que algo cambie, empieza cambiando tú"
Hace unos días hablaba con una madre que se sentía frustrada e impotente en muchas ocasiones porque no sabía como conectar con su hijo y sufría por ello. Me decía “son tan diferentes a nosotros que con frecuencia no solo no sé que decirle sino que hacer”. Yo le propuse que sobre todo aprendiese a escuchar en silencio, que era importante no decir nada cuando no se tiene nada que decir, y que el hecho de escuchar muchas veces es suficiente para ayudar a alguien que necesita un mínimo de atención. Hoy me he decido a incluir este articulo porque creo que es bueno aclarar una serie de apartados que en el día a día puede contribuir a mejorar nuestra relación con nuestros hijos.
Hay cuatro elementos básicos para construir relaciones positivas:
Ninguna técnica de entrenamiento infantil será adecuada y eficaz a
menos que usted desee tomar el tiempo necesario y hacer el esfuerzo
indispensable para crear una relación positiva con su hijo/a. Los cuatro
elementos que se proponen son esenciales para una relación eficaz entre padres
e hijos/as.
o RESPETO MÚTUO: los padres a menudo se quejan de que sus hijos/as no
les respetan. Parecen no darse cuenta de que el respeto debe ser ganado, que
proviene del hecho de respetar a otros. Los padres deben entender que son modelos de conducta para sus hijos y por tanto lo que ven en ellos es lo que probablemente terminaran haciendo, ya que para ellos son el “ ejemplo a seguir”. Pegar, fastidiar, gritar, hablar con
aire de superioridad, hacer cosas por los niños/as que ellos pueden hacer por
sí mismos, inconsistencia en el actuar, etc., todo esto muestra falta de
respeto. Una buena manera para comenzar a establecer el respeto mutuo es
minimizar las críticas negativas, hable con sus hijos/as cuando reine una
atmósfera familiar amigable.
o DEDICACIÓN DE TIEMPO PARA DIVERSIONES: no hace falta tanto tiempo
como a veces pensamos, una hora de relaciones positivas vale mucho más que
varias horas de situaciones conflictivas. Pase cierto rato del día con cada
uno de sus hijos/as haciendo lo que a ambos les guste. Si una de las personas
se siente forzada a hacer algo, el rato pasado juntos ya deja de ser agradable.
La hora de acostarse es considerada por muchos como el momento más agradable
para pasarlo junto a los hijos/as. Lo más importante es que usted y sus
hijos/as planifiquen conjuntamente cómo pasar ese rato.
o ESTIMULACIÓN: debemos creer en nuestros hijos si queremos que ellos
crean en sí mismos. Los niños/as necesitan ser estimulados frecuentemente
para sentirse bien. Una relación de cooperación depende mucho de cómo los
niños/as se sienten acerca de ellos mismos y de cómo se sienten acerca de
usted. La estimulación implica esencialmente minimizar la importancia de los
errores del niño/a, mientras que se reconocen sus potencialidades, sus virtudes y
sus esfuerzos.
o DEMOSTRACIÓN DE AMOR: ¿cuán a menudo les dice usted a sus hijos/as, a
través de palabras o de acciones, que los quiere mucho? Para sentirse seguro,
cada niño/a debe tener por lo menos una persona significativa para él, a
quien querer y que lo quiera. Tan importante es decirles que usted les quiere
como hacerles manifestaciones de amor no verbales como caricias, cariñitos,
besos, unas palmaditas en la espalda, abrazos, pasarle la mano por la cabeza,
guiñarles un ojo, etc. A través de su actitud de respeto mutuo,
permitiéndoles desarrollar responsabilidad y cierta independencia también les
demostrará amor.
Empezar a poner en practica estos cuatro ejes te permitirá mejorar tu relación y comunicación con tu hijo. Recuerda siempre que si quieres que algo cambie en tu vida no puedes esperar que los demás cambien, empieza por cambiar tú.
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