martes, 7 de marzo de 2017

Violencia de Genero



            Hoy he querido escribir algo sobre este tema tan de actualidad y tan triste.  La violencia, no se justifica en ningún caso, pero es lamentable que se dirija en especial a la mujer por el mero hecho de serlo.. Si con este artículo consigo llegar a mujeres que estén pasando por este calvario y les puedo ayudar, habrá valido la pena haber dedicado unos minutos de mi tiempo.

Lenore Walker definió́ el Ciclo de la violencia a partir de su trabajo con mujeres, y actualmente es el modelo más utilizado por los profesionales.


El ciclo comienza con una primera fase de acumulación de tensión, donde la victima percibe claramente como el agresor va volviéndose cada vez más susceptible, respondiendo con más agresividad y encontrando motivos de conflicto en cada situación.

La segunda fase supone el estallido de la tensión acumulada, donde aparece la violencia de una forma clara y evidente, dando lugar a la agresión.

La tercera fase, conocida como la luna de miel, el agresor pide disculpas a la víctima e intenta mostrar el gran arrepentimiento que siente mediante regalos y múltiples regalos. Esta fase va reduciéndose con el tiempo, siendo cada vez más breve y llegando a desaparecer. Este fase de arrepentimiento, es la que mantiene la ilusión del cambio y puede ayudar a explicar la continuidad de la relación por parte de la mujer en los primeros momentos de la misma.

Este ciclo pretende explicar la situación en la que se produce la violencia física dado que la violencia de tipo psicológico no aparece de manera puntual sino a lo largo de un proceso que pretende el sometimiento y el control de la pareja.

¿Qué tienes que hacer ante una situación de maltrato?

ANTES:
Concertar con las personas que vivan cerca de la persona maltratada, una señal para que llamen a la policía cuando necesite ayuda.
Enseñar a sus hijas e hijos a protegerse.
Informar a sus hijas e hijos de las personas a quién tienen que llamar para pedir ayuda en momentos peligrosos.

DURANTE:
Protegerse las partes sensibles del cuerpo como la cara y la cabeza.
Intentar permanecer fuera del alcance de su agresor: encerrada en una habitación, que tenga una ventana para escapar, o un teléfono para pedir ayuda.
Irse a casa de una vecina o amiga, llevándose a sus hijos e hijas. Cerrar las puertas de la casa si el agresor ha salido.
Hacer todo el ruido que pueda para llamar la atención del vecindario o de la gente que pasa por la calle para que puedan acudir en su ayuda.

DESPUÉS:
Anotar en un cuaderno, con todos los detalles posibles las situaciones de violencia vividas y los datos de personas que hayan sido testigo.

Guardar todas las pruebas que pueda: armas utilizadas, objetos que fueron destruidos, ropa destrozada o con sangre.

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