martes, 10 de mayo de 2016

Mobbing


¿Sabemos realmente lo que es el Mobbing ?

     En este artículo quisiera aclarar lo que realmente significa esta palabra. Intentaré ser lo más claro y conciso posible ya que es fácil perderse en mil anécdotas que finalmente no arrojan nada de luz a este tipo de acoso que se sufre dentro del ámbito laboral. Finalizaré con una pequeña historia que espero aclare esta situación tan perjudicial para quien la padece y para las empresas donde se practica.


     El mobbing , más conocido dentro del mundo laboral como “amargarle la vida a alguien”, es una situación difícil y compleja de detectar, mediante la cual el acosador pretende destruir a su víctima bien por causas laborales o simplemente por causas estrictamente personales . La persona sufre una situación de abandono, de aislamiento y sufrimiento siempre encubierta , es decir no se muestra al resto de compañeros. En la mayor parte de los casos deja  secuelas, daños emocionales y síntomas que por desgracia se mantienen en el tiempo y requieren de tratamiento psicológico posterior. No es fácil ser consciente de que algo ocurre ya que como ocurre con otros muchos tipos de acoso,  el acosador procura en todo momento justificar sus acciones que en realidad solo buscan someterle y obligarle a vivir una persecución constante que con el tiempo se manifestará en trastornos psíticos y/o físicos. El objetivo del acosador es el de destruir la reputación del acosado, influir en su actividad laboral diaria y finalmente que abandone su puesto de trabajo.

     H. Leymann (2000) define el Mobbing como “violencia psíquica extrema que ejercen una persona o un grupo de personas, de forma sistemática y recurrente (mínimo una vez por semana y durante más de seis meses ) sobre otra persona en su lugar de trabajo, con la finalidad de destruir sus vías  de comunicación y su reputación, o bien,  perturbar su actividad laboral, con el objetivo de que abandone su puesto de trabajo”.  Voy a relatar una pequeña historia fruto de comentarios que he logrado ir recopilando de compañeros y  fundirlos en una vida no real que pudo haberlo sido:

     “ José  ocupaba un puesto de responsabilidad importante dentro de una multinacional dedicada al gran consumo. Aunque siempre había cumplido muy bien con sus funciones nunca había tenido una relación estrecha con su jefe. José se limitaba a cumplir su trabajo y por ello percibía su sueldo.  No obstante era brillante, inteligente, innovador y muy comercial. En el 2007  se inició una crisis a nivel mundial que afectó a todas las empresas en mayor o menor medida. Los resultados no eran tan buenos en esos momentos y a partir de ahí empezaron las malas caras, los desprecios, las frases fuera de tono … le despreciaba públicamente delante de sus subordinados, acusándole de lo más mínimo. Se sintió muchas veces humillado y aislado. Comenzó a delegarle funciones que eran de otros compañeros y para las cuales muchas veces no tenía formación. Cada día tenía una nueva función. Se lo comunicaba siempre en las reuniones que él llamaba de Dirección, siempre delante de sus compañeros. José comenzó a sentirse desbordado, mientras sus compañeros cada vez más aliviados vivían bastante mejor dentro de la empresa. Las reuniones dejaron de ser reuniones para mejorar y se convirtieron en reuniones para echar en cara los resultados, las quejas de los clientes , el modo de proceder. Todos los lunes había que pasar por esa situación y luego el resto de la semana cuando se producía algún acontecimiento en el que era necesario reunirse siempre aprovechaba la ocasión para ponerle en evidencia.  Lo más triste de todo es que cuando se encontraban a solas, el jefe siempre evitaba el diálogo y le ignoraba completamente. José empezó a sentirse mal cada día, sentía un temor inexplicable a no sé qué,  siempre estaba expectante, en alerta. Comenzó a tomar un ansiolítico a diario para evitar las sensaciones físicas de ansiedad que sentía en todo momento. Dejó de dar opiniones, de innovar. No quería hacerse notar para no recibir.

     Una mañana después de casi tres años empezó a sentirse mareado y cuando abrió los ojos se encontraba en el hospital. Tenía un problema grave del que tenía que ser operado pero la cura pasaba por dejar de padecer el stress al que estaba sometido cada día. 

     Después de un montón de años y tras una vida entregada a su empresa recibía la noticia de que o dejaba de trabajar allí o tenía los días contados. Su  jefe un personaje inseguro, inestable y egoísta, incacapaz de ver sus propios miedos , de asumir sus responsabilidades , alguien que para sentir alivio descargaba sus errores y problemas en quienes les rodeaban.

     José finalmente tuvo que dejar su trabajo tras ser operado. Llegó a un acuerdo para dejar la empresa sin hacer mucho ruido ya que era una persona muy apreciada por todos. Con el tiempo fue descubriendo que necesitaba ayuda para superar la situación por la que había pasado y lo más importante, que más allá de aquel que fue su mundo, habían otros más interesantes y donde ahora podía elegir.  Su jefe , siguió haciendo daño a otros ,   a escondidas como lo hacen los que tienen sucia su conciencia. Pero como dice un buen amigo mío, a cada cerdo le llega su San Martín …

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