Tu identidad

Tu identidad

¿Quiénes somos? , ¿Sabes realmente quien eres?

     Para contestar esta pregunta tendríamos que mirar en nuestro interior y encontrar respuestas que muchas veces no somos capaces de asumir. Todos en algún momento de nuestras vidas nos hacemos estas y otras preguntas como ¿Qué estoy haciendo con mi vida? ,  no sé porque hice lo que hice, este no soy yo…  Construir tu propia identidad implica tomar decisiones en etapas de crisis, algo que no es secuencial y que responde a circunstancias externas muchas veces e internas en muchas otras ocasiones. Lo que está claro es que no nos quedamos pensando que hacemos ya que eso nos dejaría fuera y constantemente estamos adaptándonos a todo lo que ocurre.

     Ante los cambios podemos adoptar dos actitudes claramente diferenciadas:

1.-  de rechazo: aferrándonos a lo que has sido hasta ese momento

2.-  de reflexividad: ver estos cambios como una oportunidad de crecimiento para renovar creencias y conocimientos.

     Las crisis de identidad surgen cuando en un momento inesperado se produce algún acontecimiento imprevisto que nos genera inestabilidad: prejubilación, crisis familiar, quiebra de un negocio, despido, divorcio… todos en algún momento tenemos que pasar por alguno de  estos momentos.

     Lo que está claro es que ocurra lo que ocurra seguimos adelante, pero ¿aprendemos de nuestros errores?, ¿nos paramos a pensar y a reflexionar?, ¿buscamos ayuda o asesoramiento?. Generalmente no, y muchas veces cargamos con secuelas emocionales que van construyendo nuestra identidad y nos van haciendo pequeñitos y donde antes había llamas con el tiempo solo quedan cenizas.

     Un solo consejo para no ir acumulando secuelas emocionales que a la larga generan otro tipo de problemas más serios: Dialogo.  Sócrates formaba a sus discípulos solo haciéndoles preguntas y dejándoles que buscasen las respuestas por sí mismo. Con ello conseguía que aprendiesen y tuviesen una vida más estable y placentera. A través del diálogo se buscar ayudar a conocernos mejor, a comprender mejor quiénes somos y quiénes queremos ser.

     El autoconocimiento ayuda a construir una identidad más rica y feliz.