El Alzheimer
Si
quieres tener un conocimiento mayor sobre la enfermedad del Alzeimer y dejar de preocuparte por si alguien muy
querido o cercano a tì pueda padecerlo, hay tres conceptos que debes conocer. Estos son la sintomatología, el diagnóstico y
los posibles tratamientos.
Los
primeros síntomas se suelen presentar de forma enmascarada, tanto que se pueden
relacionar con la vejez e incluso con el stress. Empezaremos a preocuparnos
cuando aparecen problemas de atención, dificultades para planificar un evento,
incapacidad para ser flexible, problemas para razonar y recordar el significado
de las cosas. Todo esto muchas veces viene acompañado de apatía ( “no tengo
ganas de hacer nada”).
Para
realizar un diagnóstico certero se deben realizar pruebas neuropsicológicas y
neurológicas. Lo primeras pruebas se
deben basar en la historia y observación clínica. Es importante descartar otras
enfermedades similares que cursan con una sintomatología parecida de ahí la
importancia de realizar analíticas de sangre y escáner acompañado durante
semanas de pruebas de memoria y de razonamiento. Hay otra serie de pruebas de
imagen cerebral que nos pueden arrojar luz sobre si hay daño cerebral o no, éstas
son las siguientes : la resonancia magnética nuclear (RMN), la tomografía axial
computerizada (TAC) y la tomografía por emisión de positrones (TEP) . Aunque
estas pruebas por si solas no nos darán un diagnóstico definitivo de Alzheimer
sin las pruebas neuropsicológicas.
Actualmente
no hiciste cura para esta enfermedad, es por tanto terminal. Los pacientes con
esta enfermedad una vez diagnosticados pueden vivir entre 7 y 10 años, aunque
se han dado casos que han vivido hasta 21 años. Aún así existen dos tipos de
tratamientos que se deben llevar conjuntamente para mejorar la calidad de vida del paciente
mientras dure la enfermedad y combinan los fármacos con entrenamientos en rehabilitación
psicosocial , tratamientos orientados al comportamiento, las emociones, lo
cognitivo y la estimulación de las áreas del cerebro que no están dañadas.
Como
ya se mencionó se trata de una enfermedad que no tiene cura, que avanza
progresivamente incapacitando al paciente en todas sus funciones, y que cuando
el deterioro es evidente se requiere de la ayuda de familiares o terceras
personas especialistas. El avance de la enfermedad puede ser más rápido o más
lento en función del entorno de la persona. No es una situación fácil y la
familia tendrá que hacer grandes esfuerzos para ofrecerle a la persona con
alzhéimer un entorno lo más favorable posible.
Hay una serie de situaciones que pueden acelerar la enfermedad , como es el estrés familiar, cambios bruscos en las rutinas diarias, cambio a un domicilio nuevo y desconocido (como son las residencias de mayores). Se han relacionado también otras situaciones que pueden retardarla como son un ambiente familiar feliz, hacer ejercicio, socializar con los amigos u otras personas.
Hay una serie de situaciones que pueden acelerar la enfermedad , como es el estrés familiar, cambios bruscos en las rutinas diarias, cambio a un domicilio nuevo y desconocido (como son las residencias de mayores). Se han relacionado también otras situaciones que pueden retardarla como son un ambiente familiar feliz, hacer ejercicio, socializar con los amigos u otras personas.
Con
toda esta información es quizás el momento de acudir a un especialista y
contarle esos síntomas que empiezan a preocuparte y que no consideras normal.
Un diagnóstico temprano siempre ayuda a resolver muchas de las dificultades que
se presentan a medio largo plazo. Recordemos siempre que un buen profesional es
quien debe tranquilizarnos e informarnos de nuestro estado de salud.
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