"Le pedí un beso a la noche y me entregó mil estrellas. Cuando quise cogerlas en mis manos se desvanecieron. Comencé a llorar y la luna me regaló un suspiro. La noche galopando entre nubes intentó esconderla bajo su manto y por momentos se hizo la oscuridad. La luz de la luna aparecía y se desvanecia en pequeños lamentos de luz. Por un momento pensé que todo llegaba a su fin, que ingenuo fui, todo empezaba de nuevo, tras la oscuridad llegó la luz y con ella el amanecer. El joven brillo del sol se levantaba de su sueño entre las montañas y todo recordaba vida y movimiento. La luz del día se desbordó en alegría y la felicidad dibujo un arcoiris en el horizonte."
Así es la vida, tenemos que mirar siempre hacia adelante incluso cuando todo se torna negro, triste y acompañado de incertidumbre y malestar. En esos momentos la oscuridad nos hace vivir en una noche que parece que nunca va a acabar pero no es así ,"no hay mal que cien años dure ni cuerpo que lo aguante", y la alegria, la ilusión, los pequeños momentos nos devuelven ratos inolvidables y la luz vuelve a encender nuestras vidas . A todos en algún momento nos ha tocado sufrir pero también podemos recordar momentos muy felices. Dejemos pasar la noche para que vuelva a amanecer.
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