La espina junto al rio

Reflexión...
 

    Desde el comienzo de la vida Dios puso el mundo a disposición del hombre. Le dio la capacidad de pensar y razonar. Con esas capacidades podría desarrollar la inteligencia, la intuición, la imaginación, en fin una y mil habilidades para poner la naturaleza a sus pies.
     Pero debería además equivocarse muchas veces para conseguir avanzar en sus conclusiones y mejorar . Y entonces descubrió el lenguaje y lo hizo de una forma muy curiosa:


  " junto al río bebían agua muchos animales. Todos acudían allí cuando tenían mucha sed. Los hombres también lo hacían y se miraban sin emitir ningún sonido. Sólo se miraban y observaban al resto de animales dentro de un orden natural en el que aún no se había aprendido a tener miedo. Todo fluia y se sucedía en armonía sin sobresaltos ni  alboroto de ningún tipo. Pero entonces sucedió algo inesperado, uno de ellos se clavó una espina y emitió un grito desgarrador que hizo que muchos animales saliesen corriendo y que el resto de hombres le miraran con asombro. Al susurro de la brisa se había sumado un lamento, algo diferente, algo  nunca antes escuchado. Desde ese día ese hombre paso a ser el líder del grupo , era el único capaz de hacer que los animales corriesen  asustados. Este hombre era especial y diferente pensaron todos ya que emitía sonidos y nadie antes lo había hecho. Pasados unos días el hombre decidió enseñar al resto y provisto de una espina comenzó a pinchar al resto despertando en todos sus primeros sonidos. Y fue así, como por primera vez el hombre comenzó a utilizar el lenguaje".


     Es así como muchas veces ocurren las cosas en la vida, un hecho intrascendente sólo por ser novedoso, diferente, extraño  genera mucha expectación. Esta claro que quien levanta la voz es normalmente a quien se le escucha, que el que utiliza la incertidumbre, el miedo a lo desconocido y se muestra como diferente, termina generalmente liderando a otros para bien o para mal, y que muchas veces, quienes están en el poder sólo saben gritar, alarmar y asustar a quienes les rodean.
     A mis amigos los políticos actuales les vendría bien evolucionar un poco , ya ha pasado el momento del grito , del insulto, de hacerse notar sin un mensaje creíble y claro, pues ya todos en algún momento de nuestras vidas nos hemos clavado una espina, hemos aprendido a gritar y a superar el miedo inicial que nos genera lo desconocido.