La mayoría de las personas que viven en este mundo quisieran ser inmortales. El sueño de las grandes fortunas. Siempre se ha escuchado en voz baja decir que hay muchos personajes de este último siglo que se encuentran hibernando en aparatos muy sofisticados esperando a que el ser humano alcance tal grado de evolución que sea capaz de curar enfermedades ahora mortales y sin cura.
Siempre habrá ,y seguro que muchos de los que ahora están leyendo este artículo , quien diga ¿para que vivir eternamente si no puedo hacerlo con las personas que quiero realmente ?. Todos probablemente somos capaces de encontrar una razón para no querer ser inmortal. Pero debemos hacernos una pregunta no menos complicada de responder ¿y si todos fuésemos inmortales e indestructibles?.
Es difícil imaginarse una cosa así, pero lo que primero me viene a mi pensamiento es que la maldad ya no tendría sentido en ninguna de sus facetas, ni odio, ni rencor, ni envidias... pero claro ¿que sentido tendría entonces lo contrario?. Este pensamiento me lleva a preguntarme si no habremos sido nosotros los seres humanos, los responsables del bien y del mal y la llave de la vida es nuestra capacidad de razonar.
En la existencia humana han habido grandes hombres y mujeres que son patrimonio de la humanidad y que encontraron la inmortalidad en la eternidad de su pensamiento, en sus logros o en sus hazañas.
Ojalá el futuro que ya es mañana mismo haga entender al ser humano que la verdadera inmortalidad se alcanza en el olvido, lugar al que todos estamos destinados. La llave de la vida está en el interior de cada uno solo hay que saber mirar dentro para poder abrir cada puerta que se nos va presentando.
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