sábado, 12 de febrero de 2022

Llorar

 Sin ningún motivo, sin pensarlo, sin saber como, sin saber por quién...así empezó todo y así probablemente todo acabará.

Llorar nos hace únicos, inigualables y sin embargo muy desgraciados generalmente. No se aprende a llorar, ni se enseña aunque haya actores y personas que lo hacen cuando quieren. Llorar surge de una emoción: en ocasiones de la tristeza y la rabia y en otras pocas veces de la alegría. Llorar es soltar, dejar salir, responder, hundirse, caer... Al llanto se le asocia con frecuencia el dolor y lo acompaña como compañero de lucha mientras la intensidad es fuerte.

Pocas veces se llora de alegría y este llanto es vivo, espontáneo, sincero y agradecido. No es muy frecuente pero cuando surge por ese motivo el cueroo se  llena de vida e ilusión.

Para mi el llanto es esencia, lo más puro que fabrica nuestra alma, transparente y profundo. La manifestación de que somos frágiles y a la vez profundamente fuertes. Llorar es bueno y malo sobre todo cuando se mantiene en el tiempo. No te puedes permitir hacerlo como un hábito ya que te debilita y te impide ver las cosas bellas de la vida. 

Llora si, pero por poco tiempo, luego levántate y vive tu presente, y si tienes que llorar hazlo de alegría, quierete mucho sin ningún motivo, sin pensarlo, sin saber como, sin saber por quién...así empezó todo y así probablemente todo acabará.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por participar en el blog.